El circo del Diablo – II

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Nivel II
Alguien dijo que los demonios van todos los domingos a la iglesia (vale decir congregaciones). En el mundo no tienen nada que hacer, el mundo ha caído presa fácil del engaño, en cambio en la iglesia si, Satanás trabaja arduamente en que las personas que se han acercado a Dios desistan de seguirlo y eso lo hace de manera sencilla también, usando las heridas de las personas, usando sus puntos de doblés, usando sus temores y dudas, y lo logra en gran medida acechándolos de la manera como lo advirtió Pedro. “como león rugiente presto a devorar”, este león en realidad es inofensivo por que no es un león, nada puede tocar a (un miembro de) la Iglesia, él lo sabe, pero usa nuestros propios temores, heridas y falencias y vaya que le resulta. En este nivel la presa favorita son los recién convertidos a Dios.

La guerra en la que está enfrascado Satanás contra el nuevo creyente es de argumentos, es una batalla de la mente, argumento contra argumento. Satanás le dice a Jesús, “¿de verdad crees que eres hijo de Dios?”, esa es una gran pregunta que se hace extensiva a todo creyente, pues el creyente es coheredero con Cristo. Es la pregunta de la identidad, ¿quién eres delante de Dios?, en esa duda trabaja Satanás y mientras tenga terreno de duda, lo explotará, y para eso puede usar a cualquiera, un buen amigo, un familiar querido, un tio “inteligente y pensante”, de esos que te dicen cosas como esta; …ya pues pisa tierra, ¿no te das cuenta que es sicológico?. Se vale de todo el diablo para arrastrarte otra vez al mundo que duerme.

La culpa es otra de sus armas favoritas en este nivel, el nuevo creyente es limpiado pero en la debilidad de ese cuerpo que está acostumbrado a decir y hacer cosas opuestas a los principios de Dios, puede caer, y ahí entra el padre del legalismo, Satanás, el uso de la culpa está descrito en ese grandioso pasaje (Zacarías 3) donde Dios nos ilustra la forma de actuar de Satanás, el acusador, ubicado a la diestra del que arrastra culpa, acusándolo delante de Dios, humillándolo, diciéndole que no merece estar ahí, que su vida es un desastre y que Dios ya no puede perdonar tamaña falta, lo cual es falso en toda su extensión.
Apocalipsis 12 nos dice que a Satanás le queda poco tiempo y la tarea que hace con los que se acercan a Dios es demorar su madurez, de esa manera gana tiempo, él sabe que cuando la Iglesia, la novia del cordero esté preparada, se acercará el fin de sus días en la tierra, de ahí viene su preocupación.

“Y (Satanás) se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella (La Iglesia), los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” Ap 12:17


** Esas imágenes que pongo es a manera de mofa, de las ideas absurdas que tenemos de lo que es Satanás, supongo que estará contento con el circo que se hace en torno a su imagen. 

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